Al abonado se le facilita una tarjeta que le permite entrar mediante un sistema de lectura de matrícula a la entrada.

También es posible llevar la tarjeta consigo e ir en otro coche que no sea su habitual, en este caso sí haría falta pasar la tarjeta a la entrada y salida del parking. En caso de que así fuera, el usuario tendría que pasar por control para explicar su situación.